Quién entiende a los hombres, son una especie tan rara y complicada. Primero dicen una cosa, luego te dan la espalda y te apuñalan donde más te duele. La verdad es que esos especimenes dedican su tiempo a destruir la ilusión del príncipe azul. No es que diga que existe, ya no soy una niña para eso, pero con mi gran y vasta experiencia podría escribir un libro de todas mis desilusiones. Que patética mi vida. Pero es aún peor hacerle falsas ilusiones a las mujeres que dan todo por ellos en la etapa del coqueteo. Parecemos unas “Elviras” cualquieras. Hacemos hasta lo imposible por ellos.
Yo Catalina Gil, juro aquí, que nunca más caeré en su trampa de manipulación ni de servicio gratuito de nana… De ahora en adelante ellos me tendrán que atender. Esta vez seré la reina de Saba. Definitivamente, hay que tratarlos así.
Lo pueden creer, Tomás, él que me había prometido la tierra, el sol y la luna, de la noche a la mañana me da la patada y se pone a tontear con otra mina. Ey! y no cualquier mina, ¡o sea! Se metió con una compañera en el patio de mi facultad. Además de ser penoso, ha sido la plancha más grande de todos mis años en la U. Yo que me andaba llenando la boca con todos mis compañeros de que estaba saliendo con el mejor mino del mundo. Hello Cataaaa wake up.
Será, él se lo pierde… cuando va a encontrar a una mina como yo, regia, alta y sociable. Si soy igualita a Claudia Shiffer, con la diferencia que de vez en cuando uso lentes, mi estado físico está un poco en decadencia y no tengo su cuenta corriente. Pero para de contar. Total la esencia es la misma, y después de todo igual presento un buen curriculum.
Lo peor de todo es que se metió con la mina que más odio de la U. Anda todo paseándose con el al lado mío sólo pa sacarme pica. Ya ni me concentro en las clases y menos puedo estudiar en la U.
Mi historia podría ser usada pa una canción cebolla, porque de esas estoy hecha una experta. Me la paso escuchando canciones románticas y corta venas. Esa es una de las estupideces más grande de las mujeres, debo reconocerlo, uno está depre y lo primero que hace es deprimirse más con la música. La otra alternativa es desahogarse comiendo tres veces más, onda legaly blondy y sus bombones. La verdad es que yo opto por las dos, al final un poco de buena música y ricos chocolates son el mejor sustituto de los hombres.
La verdad es que con tantos dulces parezco una vaquita, por eso he pensado seriamente en hacerme un cambio de look radical, olvidarme de los hombres y empezar a preocuparme por mí. Ya me metí al gym de nuevo y además me recomendaron unas clases de baile árabe pa subir el autoestima. Espero que esta vez pueda tener fuerza de voluntad y no fijarme en ningún otro hombre.
Yo Catalina Gil, juro aquí, que nunca más caeré en su trampa de manipulación ni de servicio gratuito de nana… De ahora en adelante ellos me tendrán que atender. Esta vez seré la reina de Saba. Definitivamente, hay que tratarlos así.
Lo pueden creer, Tomás, él que me había prometido la tierra, el sol y la luna, de la noche a la mañana me da la patada y se pone a tontear con otra mina. Ey! y no cualquier mina, ¡o sea! Se metió con una compañera en el patio de mi facultad. Además de ser penoso, ha sido la plancha más grande de todos mis años en la U. Yo que me andaba llenando la boca con todos mis compañeros de que estaba saliendo con el mejor mino del mundo. Hello Cataaaa wake up.
Será, él se lo pierde… cuando va a encontrar a una mina como yo, regia, alta y sociable. Si soy igualita a Claudia Shiffer, con la diferencia que de vez en cuando uso lentes, mi estado físico está un poco en decadencia y no tengo su cuenta corriente. Pero para de contar. Total la esencia es la misma, y después de todo igual presento un buen curriculum.
Lo peor de todo es que se metió con la mina que más odio de la U. Anda todo paseándose con el al lado mío sólo pa sacarme pica. Ya ni me concentro en las clases y menos puedo estudiar en la U.
Mi historia podría ser usada pa una canción cebolla, porque de esas estoy hecha una experta. Me la paso escuchando canciones románticas y corta venas. Esa es una de las estupideces más grande de las mujeres, debo reconocerlo, uno está depre y lo primero que hace es deprimirse más con la música. La otra alternativa es desahogarse comiendo tres veces más, onda legaly blondy y sus bombones. La verdad es que yo opto por las dos, al final un poco de buena música y ricos chocolates son el mejor sustituto de los hombres.
La verdad es que con tantos dulces parezco una vaquita, por eso he pensado seriamente en hacerme un cambio de look radical, olvidarme de los hombres y empezar a preocuparme por mí. Ya me metí al gym de nuevo y además me recomendaron unas clases de baile árabe pa subir el autoestima. Espero que esta vez pueda tener fuerza de voluntad y no fijarme en ningún otro hombre.
Cata Gil.-
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