La Futbolista Pindy

Lo único que escuchaba eran gritos, dale cata!! Pégale!!, pero no entendía nada de nada. Ahí estaba yo, con unos shorts blancos, una polera negra, y unos calcetines gigantes… toda una futbolista (la pura pinta). No lo podía creer, yo Catalina Gil, me encuentro persiguiendo una pelota, porque ni siquiera se podría decir que juego, la pelota me pasa por entremedio de las piernas y no me doy ni cuenta. Mi equipo no era mucho mejor que yo, hasta el nombre del equipo es patético… “The pindys”.
Cuando les propuse a mis amigas armar un equipo de fútbol femenino y participar en una liga de un amigo, se mataron de la risa, pero me apoyaron, luego sabrían cual era el verdadero motivo de mi actividad física. Si con suerte voy al gym tres meses antes del verano jajaja, era muy raro que yo quisiera jugar todos los domingos fútbol y sin ningún motivo. Pero la verdad es que la Maca me cachó al tiro el por qué lo hacia. Sí, efectivamente el culpable de todo esto era Tomás. El mino que me gusta. Él juega en la liga y yo quería estar cerca de él, y que mejor manera que jugando su deporte favorito. Nunca me puse a pensar que haría el ridículo más grande de mi vida.
Solo imagínense este cuadro… todas las del equipo caminando en una línea, con unos shorts cortos, poleras negras bien ajustadas, pelo suelto al viento y unos lentes de sol TOP, todos nos quedaron mirando!! Nos sacaron hasta fotos.
Entramos a jugar y era impresionante la barra que teníamos… todos los hombres de la liga nos apoyaban y se mataban de la risa, porque no cachabamos ni una. Lo único que sabíamos hacer era reírnos y pelear con las del otro equipo, porque ellas creían que las estábamos agarrando pal’ leseo.
Tomás se acercó con sus amigos a ver el partido, pero jamás se imaginó que me iba a pillar a mi… Se mató de la risa, y nos empezó a alentar. A esas alturas ya nos habían metido dos goles.
De repente… siento que la Maca grita y se cae al suelo. Voy corriendo y me doy cuenta que le habían pegado una patada en la pie y el arbitro cobró falta y nos dio un penal a favor… Me eligieron a mí pa´tirar el gol… qué dilema!! Con suerte se patear la pelota y pa más remate estaba Tomás observando muerto de la risa. Me decidí, me llené de valor, cerré los ojos y chutie la pelota con toda mi fuerza. Se escuchó un tremendo ruido y todas comenzaron a gritar!!! Yo creí que había metido el gol, pero que ilusa!!!.
Lo que pasó fue que le pegué a la arquera en toda la cara y al parecer le quebré la nariz. Todas las del equipo contrario me querían matar, y yo como una fiel gallina me escondí detrás de la Maca y la Caro que ya estaban a punto de agarrarse a combo por mi culpa. Yo lo único que decía era “Perdón, no quise hacerlo, fue un accidente”, pero obvio que nadie me creyó, pq durante todo el partido lo único que hicimos fue pegarles pero por accidente, como no sabíamos jugar.
El partido terminó y Tomás se acercó a burlarse y a ofrecer sus servicios como DT, pq no cachabamos ni una.
Al día siguiente me enteré que la Maca se había quebrado un tobillo, la Caro estaba contracturada y ni hablar del resto del equipo. Pero lo más vergonzoso de todo fue que me metí a la página de la liga y ahí estaba yo!! Una foto donde me habían pillado in fraganti pegándole una patada a otra mina, pero la verdad es que yo estaba tratando de pegarle a la pelota y no le achunte!!!
Conclusión, mi estrategia pa conquistar a Tomás fue un completo fracaso, hice el ridículo más grande de mi vida y todas mis amigas estaban quebradas!!!.

Cata Gil.-