Estaba muerta de tanto estudiar y colapsada por los trabajos. No podía más, llevaba como tres días sin dormir, pero ya se venía mi merecido descanso. Me puse a dieta toda la semana pa poder ponerme bikini y lo único que tomé como por tres días fueron unos yogurt de guinda y mora pa’ no estar muerta de plancha por mis michelines.
El viernes agarré mis maletas y me subí al auto de Esteban con la Maca, la Fran y David. Estábamos súper emocionados, por fin había llegado el esperado paseo del ombligo a unos cabañas en Con-con.
Teníamos ene panoramas: queríamos hacer dos asados, ir a la playa y pasarlo Bkn. Se venían tres días inolvidables.
Llegamos y las cosas anduvieron súper bien. Las mujeres nos fuimos toda la tarde tomar sol pa’ no vernos tan amarillas y bueno, como típicas mujeres ( al puro estilo reality "Granjeras") nos pusimos a pelar a todo el mundo. Al rato nos quedamos dormidas de guata al sol… pero sin bloqueador. Despertamos como a las ocho y parecíamos unos tomates.
Cuando llegamos en la noche los hombres tenían la media fiesta armada, asi que nosotras nos arreglamos un poquito y nos unimos al bailoteo. Me tomé unos copetitos y nos pusimos a bailar en la cabaña donde me estaba quedando. Yo estaba bailando con el Nico, el mino más jote del curso y pa’ peor es el más feo, cuando de repente, sin darme cuenta, se tiró encima mío y me dio el tremendo beso. ¡¡ Casi me morí!! Obvio que todos nos vieron y no me pararon de molestar toda la noche. Pero eso no fue lo peor. Al rato me empecé a sentir pésimo, tenía un dolor de cabeza entre el copete y la insolación de haber estado toda la tarde al sol. Ni siquiera me podía acostar pa’ dormir. Las cosas no podían ser peor hasta que todos se volvieron como locos y se rompió todo en la cabaña. Y hasta ahí llegó mi súper descanso.
Como a las seis de la mañana todos salieron arrancando pa’ santiago. Yo la tonta como me sentía tan mal, me quedé durmiendo. Cuando me desperté estaba… sola. Traté de ordenar un poco pa´ que no nos cacharan, hasta que llegó la dueña de las cabañas y me responsabilizó de todo. Hasta ahí no más me llegó el paseito, pagando toda la gracia que habían dejado los pasteles de mis compañeros. Siempre tan quemada yo, no hay caso conmigo. ¡¡SOY UN PASTEL!!
El viernes agarré mis maletas y me subí al auto de Esteban con la Maca, la Fran y David. Estábamos súper emocionados, por fin había llegado el esperado paseo del ombligo a unos cabañas en Con-con.
Teníamos ene panoramas: queríamos hacer dos asados, ir a la playa y pasarlo Bkn. Se venían tres días inolvidables.
Llegamos y las cosas anduvieron súper bien. Las mujeres nos fuimos toda la tarde tomar sol pa’ no vernos tan amarillas y bueno, como típicas mujeres ( al puro estilo reality "Granjeras") nos pusimos a pelar a todo el mundo. Al rato nos quedamos dormidas de guata al sol… pero sin bloqueador. Despertamos como a las ocho y parecíamos unos tomates.
Cuando llegamos en la noche los hombres tenían la media fiesta armada, asi que nosotras nos arreglamos un poquito y nos unimos al bailoteo. Me tomé unos copetitos y nos pusimos a bailar en la cabaña donde me estaba quedando. Yo estaba bailando con el Nico, el mino más jote del curso y pa’ peor es el más feo, cuando de repente, sin darme cuenta, se tiró encima mío y me dio el tremendo beso. ¡¡ Casi me morí!! Obvio que todos nos vieron y no me pararon de molestar toda la noche. Pero eso no fue lo peor. Al rato me empecé a sentir pésimo, tenía un dolor de cabeza entre el copete y la insolación de haber estado toda la tarde al sol. Ni siquiera me podía acostar pa’ dormir. Las cosas no podían ser peor hasta que todos se volvieron como locos y se rompió todo en la cabaña. Y hasta ahí llegó mi súper descanso.
Como a las seis de la mañana todos salieron arrancando pa’ santiago. Yo la tonta como me sentía tan mal, me quedé durmiendo. Cuando me desperté estaba… sola. Traté de ordenar un poco pa´ que no nos cacharan, hasta que llegó la dueña de las cabañas y me responsabilizó de todo. Hasta ahí no más me llegó el paseito, pagando toda la gracia que habían dejado los pasteles de mis compañeros. Siempre tan quemada yo, no hay caso conmigo. ¡¡SOY UN PASTEL!!
Cata Gil.-
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